La ósmosis inversa automatizada va más allá de la filtración tradicional
La ósmosis inversa (RO) es uno de los métodos más comunes y fiables en el tratamiento del agua y puede ser efectiva para muchas aplicaciones de aguas residuales, permitiendo que las instalaciones recuperen agua, ahorren tiempo y mejoren la productividad. El proceso funciona forzando el agua a través de una membrana que elimina los contaminantes a nivel molecular.
Al permitir que un PLC tome las decisiones para la operación de RO, la ósmosis inversa automatizada (ARO) aborda las pocas deficiencias que impiden que la RO tradicional alcance su máximo potencial. Este artículo describirá las formas en que la ARO puede ofrecer a su instalación un mayor valor de depuración de aguas residuales que la RO tradicional, que incluye:
- Menor atención del operador
- Menor probabilidad de daño a la membrana
- Máxima recuperación de agua con el mínimo esfuerzo.
Los problemas con la ósmosis inversa tradicional
Un sistema de RO tradicional tiene dos fallos principales:
- No puede ajustarse a los niveles de concentración cambiantes habituales en la depuración de aguas residuales.
- Las altas concentraciones de contaminantes pueden producir incrustaciones y dañar las membranas, lo que requiere su costoso reemplazo.
Debido a la poca flexibilidad de las RO tradicionales, muchas instalaciones no pueden optimizar sus sistemas. En el raro caso de tratar una corriente de aguas residuales de concentraciones uniformes, las membranas de RO se pueden configurar para adaptarse a ese nivel y funcionar de manera óptima. Desafortunadamente, ese casi nunca es el caso. La concentración de aguas residuales puede variar mucho a lo largo del día: puede comenzar alta, disminuir a la mitad del día y aumentar nuevamente al final, o al revés. Por lo tanto, optimizar una membrana de ósmosis inversa requiere que un operador ajuste continuamente el sistema para que coincida con el flujo de aguas residuales. Más comúnmente, la RO está configurada para tratar la concentración esperada más alta y es simplemente menos eficiente (produciendo una recuperación de agua más baja que la óptima) si las concentraciones caen.
Eso supera a la alternativa, sin embargo: tratar un flujo altamente concentrado con una membrana que no está configurada para ello. Cuando eso sucede, pueden ocurrir incrustaciones en la membrana y sufrir daños críticos que requerirán su reemplazo. Algunos sistemas de RO pueden tener 18 o más tubos de presión que contienen varias membranas, y las membranas de cada tubo cuestan miles de dólares. Incluso después de formar y pagar a un operador para que vigile el sistema, un lapsus puede tener consecuencias muy costosas. Al reducir la incrustación, ARO puede duplicar o triplicar la vida útil de la membrana.
La RO automatizada simplifica el proceso
Si su sistema sufre de loa ineficiencia, los costes y los dolores de cabeza derivados del mantenimiento de un sistema de RO tradicional, considere la ARO para simplificar sus necesidades de depuración de aguas residuales. Los proyectos de reciclaje de agua suelen tener más que ganar a través de la ósmosis inversa automatizada, pero muchas otras industrias y aplicaciones también pueden beneficiarse de ella.
ARO realmente significa “configurarlo y olvidarlo”. Un sistema ARO detecta la concentración de aguas residuales entrantes y ajusta el sistema (tasa de flujo de rechazo, tasa de flujo de reciclaje y presión de alimentación) en consecuencia. La ARO puede ser enormemente ventajosa para las corrientes de aguas residuales que cambian rápida y drásticamente. No sólo preserva las membranas, sino que también proporciona una mejor recuperación de agua - que es probablemente la razón por la que consideró un sistema de ósmosis inversa en primer lugar. En un ejemplo, la recuperación mejoró del 80% al 90%, ¡lo que redujo el volumen de rechazo a la mitad!
La ARO también puede trabajar junto con la RO tradicional. En algunos casos, el agua de rechazo de la ARO se puede enviar a una RO tradicional para un tratamiento adicional. Puede ser menos costoso usar la RO tradicional para una segunda etapa de bajo volumen, donde las concentraciones de alimentación serán relativamente constantes.
La conversión de un sistema tradicional de ósmosis inversa a ARO requiere simplemente un PLC , variadores de frecuencia y la automatización de su instrumentación. Para saber si un sistema de OI automatizado es la tecnología adecuada para sus necesidades de depuración de aguas residuales , póngase en contacto con MacDermid Envio y hable con uno de nuestros expertos en aguas residuales.
Escrito por un experto en la materia de MacDermid Envio Solutions